
Oficina de Comunicación
Será el próximo sábado 20 de febrero, en la catedral accitana, a las 7 de la tarde. Además de la Misa Jubilar, habrá una marcha y un concierto-oración
El Secretariado de Infancia y Juventud ha convocado a los jóvenes de la Diócesis de Guadix a participar en la celebración del Jubileo de la Misericordia, que tendrá lugar el próximo sábado 20 de febrero, en la catedral. Están convocados todos los jóvenes de la diócesis para participar en una jornada en la que habrá de todo: marcha, Misa y música.
Los jóvenes están convocados no en Guadix sino en Paulenca, a las 5 de la tarde. Allí comenzarán con una oración y marcharán caminando hacia la catedral de Guadix. El trayecto es corto, pero servirá para estrechar lazos, para compartir y para crear grupo.
La verdadera misión de cada uno en la vida suele llegar después de muchos años. Se puede incluso morir sin ser consciente de ella, pero habiéndola realizado. Se trata de la misión personal y única que Dios nos ha reservado desde toda la eternidad.
Hay excepciones. Y se les conoce, porque son personas que a edad muy temprana, con frecuencia en la adolescencia, toman conciencia de su vinculación y pertenencia absoluta al Señor y desde esta experiencia, configuran toda su existencia.
San Pedro Poveda fue uno de estos privilegiados. Todas sus biografías resaltan la temprana atracción de Pedro Poveda por el sacerdocio. Su juego preferido de niño era el de decir misa. Y como bien escribe María Dolores Gómez Molleda, una de sus mejores conocedoras, para el niño Poveda no era un juego solamente “estaba cumpliendo un primer acto de fidelidad a su destino” Nació, podemos decir, para ser sacerdote. Sus últimas palabras antes de partir para el martirio fueron: “soy sacerdote de Cristo”. La vocación sacerdotal configuró su ser hasta no poderse comprender fuera de ella: “Señor, - escribe él – que yo sea sacerdote siempre en pensamientos, palabras y obras.
Cáritas Parroquial de Huéscar celebró el pasado viernes 12 de febrero un encuentro al que fue invitado todo el voluntariado de Cáritas parroquial. En este encuentro se pretendía que los voluntarios jóvenes y adultos se conocieran e intercambiaran opiniones e ideas para potenciar la labor de Cáritas en la parroquia. También se buscaba ver la manera de hacer llegar la tarea del voluntariado a más personas y dar a conocer el trabajo que realiza Cáritas en Huéscar.
Tras la acogida del grupo, se dedicó un espacio para la oración. Una oración del voluntariado sirvió para pedir fortaleza en la misión y en la vida.
SIEMPRE ES TIEMPO DE SEMBRAR
Guadix, 16 de enero de 2016
Queridos hermanos y hermanas:
El inicio del nuevo año es también el momento en que Manos Unidas - Campaña contra el Hambre- hace una llamada a comenzar una nueva campaña en favor de los hombres y mujeres más pobres de la tierra. Cómo hemos de agradecer, entre otras muchas cosas, a esta gran familia de Manos Unidas el que no permita que se adormezca nuestra conciencia frente a la realidad de la pobreza, que en este caso es indignidad no sólo para el que la padece, sino tambien para el que la permite.
SIEMPRE ES TIEMPO DE SEMBRAR
Guadix, 16 de enero de 2016
Queridos hermanos y hermanas:
El inicio del nuevo año es también el momento en que Manos Unidas - Campaña contra el Hambre- hace una llamada a comenzar una nueva campaña en favor de los hombres y mujeres más pobres de la tierra. Cómo hemos de agradecer, entre otras muchas cosas, a esta gran familia de Manos Unidas el que no permita que se adormezca nuestra conciencia frente a la realidad de la pobreza, que en este caso es indignidad no sólo para el que la padece, sino tambien para el que la permite.
El lema de este año es muy sugerente, al menos para mí: “Plántale cara el hambre: Siembra”. Eso de sembar me gusta. Si en el ciclo de la naturaleza hay tiempos propios para la siembra, en lo que se refiere a hacer el bien, no lo hay. Siempre es tiempo de sembrar. Cualquier momento y circunstacia es apropiado para echar la semilla del bien en el buen campo del mundo.
Es verdad que la siembra tiene mucho de misterio, pero también de confianza. Sembrar es una aventura, pero bien sabemos que el que no siembra tampoco recoge. Para recoger hay que sembrar. Por eso, el sembar no es propio de los miedosos ni de los desconfiados. En el momento que nos ha tocado vivir hemos de apostar por la siembra, por la siembra para el bien. El compromiso de la construcción de un mundo mejor no es tarea de los otros, sino que lo es también nuestra, de cada uno. Todos hemos de sembrar. Hemos de plantarle cara al mal en cualquiera de los rostros con los que se presenta en el mundo. Al mal hay que plantarle cara, y hay que hacerlo con el bien que es lo único que lo vence. ¿Queremos plantarle cara al hambre?, pues hagámoslo con la solidaridad, con la entrega, y hasta con la denuncia de las causas que lo provocan.
Este año tenemos un motivo especial para luchar contra el hambre: el Año santo de la Misericordia al que nos ha convocado el Papa Francisco. Una de las obras de misericordia es dar de comer al que tiene hambre.
Es bueno que volvamos a la misericordia, porque siempre es tiempo de misericordia. Y desde el Dios de la misericordia que nos invita a serlo también nosotros, descubrir, o redescubrir, las obras de misericordia y ponerlas en práctica. Será una oportunidad y un modo de despertar nuestra conciencia y entrar en el corazón de los más necesitados que es también el corazón del Evangelio, donde late el corazón de Dios que es misericordia. Las obras de misericordia, tomadas del Evangelio, nos hacen darnos cuenta si vivimos o no como discípulos de Cristo.
Manos Unidas, que nace del Evangelio y crece en la tierra de la comunidad eclesial, es consciente que los cristianos sólo somos creíbles cuando vivimos la misericordia con los demás. Una Iglesia que no transparente la misericordia de Dios tiene poco que decir al mundo. Por eso, confiados en el Dios que es misericordia, queremos recordar que a nosotros nos toca sembrar, y esperar a que la semilla dé fruto. Hemos de sembrar esperanza, sembrar ilusión; hemos de sembrar solidaridad y compromiso para con los más ncesitados; hemos de sembrar fortaleza y vida para todos; hemos de sembrar sin cansarnos y con confianza. No hay ninguna obra buena que deje de dar fruto. Por eso, es fundamental la fe. Manos Unidas trabaja desde la fe y para la fe. Cada día del año son miles los hombres y las mujeres que, de modo voluntario, riegan la semilla de Manos Unidas, que hoy se han convertido en arboles grandes que dan frutos abundantes. Y los seguirán haciendo, y los seguiremos haciendo, y ojalá vengan otros muchos más a hacerlo.
Una de esas semillas se planta cada año en esta iglesia diocesana de Guadix. Este año lo sembraremos para que dé fruto en la India y en Perú. En un proyecto de ayuda socio-sanitaria en una de las zonas más pobres y atrasadas de la India (dirigido especialmente a la población femenina de 0 a 23 años, a las embarazadas y lactantes), y en una biblioteca para Perú (el proyecto pretende implantar la biblioteca con diversos textos, ordenadores y materiales necesarios, al tiempo que generar el ambiente adecuado para motivar la lectura y elaboración de las tareas escolares. Los beneficiarios directos serán 161 niños y niñas y los indirectos sus padres y familiares, unas 500 personas). La semilla crecerá, y nos alegraremos de ver el fruto, como cada año.
Os animo a todos a colaborar con Manos Unidas. Podéis hacerlo con vuestra aportación económica, o con la participación en las actividades que se organizan; pero no lo olvidéis, podéis hacerlo también siendo voluntarios de Manos Unidas. Si os llega este mensaje a los jóvenes, atreveros a comprometeros, e invitar a vuestros amigos y conocidos.
Con mi afecto y bendición.
+ Ginés, Obispo de Guadix
Este domingo 14 de febrero, Manos Unidas de Guadix celebra, un año más, su campaña contra el hambre. Durante toda la semana se han realizado actos para concienciar y para presentar los proyectos de desarrollo que se van a financiar con lo que recojan de las colectas. Y el domingo 14 de febrero será el día en el que se realicen colectas en todas las parroquias.
Para sensibilizar en colegios y parroquias, se ha contado con la presencia y el testimonio del misionero Fernando Redondo, que ha dedicado buena parte de su vida a distintas zonas del Brasil y que ha contado con la ayuda de Manso Unidas en diferentes proyectos.
Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
1. La Cuaresma es un tiempo santo, un momento de conversión. Y lo es porque en ella se nos muestra de un modo especial el amor y la misericordia que Dios tiene con nosotros. La Cuaresma es un tiempo de misericordia, como lo es el tiempo histórico en el que vivimos.
El Papa Francisco al convocar el Año de la Misericordia nos invitaba a que “la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios” (MV, 17). Como vengo haciendo cada año, y acogiendo esta invitación del Santo Padre, os propongo esta meditación que intenta descender a propuestas concretas con el fin de que cada uno haga su propio plan de vida para este tiempo en el que nos preparamos a la celebración de la Pascua.
El Obispo de Guadix continúa su vista pastoral a los sacerdotes diocesanos que hay en Honduras: Patricio Larrosa, Ramón Martínez y Andrés Porcel. Desde el 28 de enero y hasta el 12 de febrero, Mons. Ginés García está visitando la labor pastoral y las obras sociales emprendidas por estos sacerdotes, que llevan –algunos- más de 20 años en aquellas tierras. Están siendo días muy intensos, en los que el Obispo, además de conocer aquella realidad, está participando en algunas celebraciones: ha bautizado algunos niños y ha celebrado la Eucaristía en las parroquias de los misioneros. También ha participado en la fiesta de la Patrona de Honduras, Nuestra Señora de Suyapa, concelebrando con el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga la misa en el día de la fiesta, el 3 de febrero.
ES TIEMPO DE MISERICORDIA
CARTA CON MOTIVO DE LA CUARESMA
Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
1. La Cuaresma es un tiempo santo, un momento de conversión. Y lo es porque en ella se nos muestra de un modo especial el amor y la misericordia que Dios tiene con nosotros. La Cuaresma es un tiempo de misericordia, como lo es el tiempo histórico en el que vivimos.
El Papa Francisco al convocar el Año de la Misericordia nos invitaba a que “la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios” (MV, 17). Como vengo haciendo cada año, y acogiendo esta invitación del Santo Padre, os propongo esta meditación que intenta descender a propuestas concretas con el fin de que cada uno haga su propio plan de vida para este tiempo en el que nos preparamos a la celebración de la Pascua.
Guadix, 10 de febrero de 2016
Miércoles de Ceniza
Queridos hermanos cofrades:
Cada año, al comenzar el tiempo santo de la Cuaresma, y a través de estas letras, quiero salir a vuestro encuentro para invitaros a hacer juntos el camino que nos lleva hasta la Pascua. Si cada día del año os tengo presentes en mi oración, en estos días de modo especial. Sé que son momentos de mucha actividad para las Hermandades, el tiempo se echa encima para que todo esté listo en la Semana Santa. Sin embargo, bien sabéis que esto no es suficiente. Necesitamos pararnos y reflexionar sobre lo que somos y cuál es nuestra misión en la Iglesia. Os pido que, al menos, el tiempo que puede ocupar leer esta carta, me dejéis entrar en vuestras vidas y en la vida de vuestras hermandades.